¡OH, DIOSA, TUYO ES EL COMPÁS!

Postal para Enrique Lynch Frigerio.
 
 
 
 
 
Ovillo nocturno, abismal
decir.
Destartalado salto rítmico que va
de mí
a ti.
(Huele a azúcar quemado
-desamor.
Suena a tierna disonancia,
ésta, mi voz de falsete.
Soy yo, la misma,
-tal vez.
Aniñada niña como el niño
que acabo de ahuyentar…
Miseria de la piedad, piedad, bondad, socavón y
vicio de la ternura en mi vida.
¡Mar de nubes, cántaro de mezclas!
 
 
 
 
Mas sólo es rítmico el salto y el éxtasis,
si la fantasmagórica forma puede medirse
-metro agonista.
Only el lógos diversificando unifica
-only you.
¡Mar de nubes, cántaro de mezclas!
 
 
 
 
Holocausto que purifica.
Holocausto, inútil sacrificio material.
Sólo pudre la fruta verde.
(Culto a la distancia, muy azules lejanías,
mirilla telescópica, violencia cerebral, entra Friedrich
Nietzsche y con soberbia esponja borra
la raya del horizonte.
Superstición rítmica, dice,
Mi farsa en jaque a todos los farsantes pone.
Murió la mente en el s. V a. C. Sin embargo,
¡Viva la mente!
¡Mar de nubes, cántaro de mezclas!
 
 
El rayo gobierna todas las cosas.
-elogio paradójico de la humana ruina…
Destino es carácter.
El daímon de Friedrich Nietzsche,
dios, ángel protector, garante
propio del trágico destino, primitivo
argumento de la conciencia,
soberbio trágico Heráclito de Éfeso.
 
Heraklit!
Heraklit ist der Dichter!
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