| |
 |
Postal para Acràcia Casanova Bellver. |
|
|
|
|
|
I |
|
Antes, en el pasado, del presente el futuro emanaba. |
Pero la vida es bodega ardiente sin pausa… |
Presente y futuro están ahora juntos, revueltos. |
|
También el pasado fue un ahora. |
Día y noche gobernados por el ritmo de la sangre. |
¿Recuerdas…? |
No como un desarrollo. |
No con la secuencialidad reconstruida de los sueños. |
Sino con la intacta, dulce o amarga, instanteneidad de los sueños. |
|
También esta instanteneidad, esta fijeza de fotografías verosímiles, es falsa. |
¿Sucedió…? |
¿Cómo sucedió? |
Como deviene el acostumbrado espejismo, es de suponer. |
Era todo brillante. |
A rabiar te sigue atrayendo todo lo brillante. |
Pero sientes que ya no perteneces a ello. |
Al otro lado del espejo ahora, tú. |
Sigue desplegándose el espejismo en la superficie cambiante del agua. |
Allá fuera. |
|
¡Ay, madre! |
Lo esencial es olvidar. |
Mas olvidar es recordar. |
Cada recuerdo, muy resonante mudez. |
Anónima y silenciosa la humilde ficción final. |
|
I miss you! I miss you! I miss you! |
|
|
|
|
II |
|
Plano contrapicado de una multitud de personas, marionetas que imitan el pánico. |
|
Por siempre más, sabedlo: es ridículo el tiempo baldío, |
el corazón es la más perversa de todas las cosas, mutante desesperado. |
|
Son ellos los curiosos, los transparentes, no tú. |
Si marchas al mismo tiempo que tus compañeros, |
¿no puede ser que oigas otra música? |
¡Cómo te engañan, los insensatos! |
|
¿A qué estáis esperando…? |
¿A que nuestro reino salada marisma de lágrimas sea…? |
Lo que vosotros llamais «pasiones», |
no es armonía cósmica alguna. |
Es sólo el roce del alma con el mundo. |
El tiempo será eternamente ritmo. |
La memoria, argumento único. |
Tú, tiempo, sé tan antiguo como haga falta. |
Tú que humilde emerges del viejo limbo para ser el tiempo. |
|
Cuando el vacío aparece como exceso, allí aparece la eternidad. |
|
Cada segundo de silencio vale lo que vale una joya sin precio. |
|
Maderas preciosas. |
|
¡Ay, madre! |
Lo esencial es olvidar. |
Mas olvidar es recordar. |
Cada recuerdo, muy resonante mudez. |
Anónima y silenciosa la humilde ficción final. |
|
I miss you! I miss you! I miss you!. |
|
Es mínimo el papel de cada uno pero espléndido el poema… |
… porque la creación de túneles de nuevo sea transgresión. |
Ora pro nobis. |
|
|
|
|
III |
|
Basta una forma sencilla de vivir el drama, llevar el duelo, superar la pérdida. |
Las raíces del árbol de la paciencia son muy amargars, |
dulces y muy apacibles sus frutos. |
Así te hablará cualquier hijo de vecino. |
Y V. van Gogh, la doma de la bravía: |
Ruda tarea es dibujar terrones de tierra |
y el vacío entre ellos conservar. |
|
¡Ay, madre! |
Lo esencial es olvidar. |
Mas olvidar es recordar. |
Cada recuerdo, muy resonante mudez. |
Anónima y silenciosa la humilde ficción final. |
|
I miss you! I miss you! I miss you! |