André Glucksmann, El undécimo mandamiento – Traducción 3
…y la resabiada gatita seguía homenajeando la religión de la época, sin detenerse apensar sus corazonadas. También tradujo a este bienintencionado filósofo francés…
A. GLUCKSMANN, El undécimo mandamiento, (Península 1.993)… Según este señor, lo que deberíamos hacer en nuestro infernal siglo XX –entonces aún confiaba yo el tiempo a los dígitos romanos…-, sería añadir un mandamiento más a las tablas divinas. Un mandamiento que nos obligara a tomar conciencia moral del mal.
(¡Éste es el cuento de nunca acabar!-, exclamé yo para mis adentros. -¡Moral a la moral!-. Y empece a soñar…a soñar la MODALIZACIÓN que ahora osofrezco: un cambio rítmico que crea la iluisón de traslado modal.
En el principio, la ilusión cromática- me repetía yo hipnóticamente… ignorantetodavía de que la clave modal para construir un nuevo dramatismo yacía en elsacrificio de mi propia vida. Una nueva intersubjetividad; una nueva intimidad, repetían al unísono las voces y las voluntades hermenéuticas…