zona franca

 
 

Foto: Santi Sitjar
Contra Enrique Sánchez Hormigo.
Variada carta de ultratumba.
-¡Ah, amigos míos… No existen.
(Atribuido a Aristóteles por Diógenes Laercio.)
 
 
I
 
Il est minuit, mon vieux…
Mais non, ce n’est pas un sacrifice:
On ne meurt que deux fois!
 
(Si fuiste loca amazona –
Cruzaste mundo y banderas de un sólo trazo y por nada –
Envejeces,
mudas, viertes
tan vanos trastos de un matar zascandil,
aquella retórica mimosa de trucha azul…
en la nívea zona franca de un minué
rock.)
 
 
 
¿Has olvidado acaso que soy de aquéllas
a quienes sus buenas prendas enemistan?
La amargura que causó
el amigo que faltó…
Eso puede expresarlo la poesía.
Rítmicamente, el presente.
Armónicamente, el pasado, el contrapunto modal.
Amo el quehacer que el corazón ata y no agita.
 
La poesía, señor hidalgo.
 
Si quieres preguntar, pregunta cómo supe
Nunca te acompaña quien contigo va.
Te acompaña la cajita silente y bien temperada de cada obra de arte.
Pues arte no es sino afinación amorosa del vacío.
 
¿Cómo pintar la luna?
Escoge sobre la paleta la más oscura veladura,
cubre todo menos la luna y los puntos cercanos iluminados.
Cuando más al borde, más oscuros.
 
El ritmo, el mundo de las palabras,
su dudosa relación con los fenómenos.
Eso es lo que me cautiva y absorbe.
El acto de nombrar es lo que importa, no el impacto.
 
Como una niña, como una monja, soy zombi.
Nada me subyuga sino la experiencia -pertenecerse.
Que sea mi imaginación la de un ave migratoria
sobrevolando ignara el desangelado mar.
El lívido, desangelado, marmóreo mar del mal.
 
Témome, mucho me temo… vida tan sólo es
el no automático pesar de quienes matando mueren.
 
 
 
 
II
 
(CONTRASUJETO)
 
Tú no tienes ni juventud ni vejez.
sino como si fuese una siesta después de comer,
soñando con ambas cosas a la vez.
(Shakespeare, Medida por medida.)
 
 
 
(Luz dramática: ¡Os lo ruego, soltadme ese botón!)
 
¿Otra vez, La vida es para morirse…?
Pues prefiero no oír la banda sonora de Humanos Siniestros.
Muda es mía.
De nuevo contemplaré cómo vuelan en el cielo las cornejas por encima de mí.
De nuevo buscaré el escalofrío aquel que reúne a los proscritos.
Pues, créeme, nadie que haya hecho un buen papel,
se dará la vuelta y lo odiará.
 
Solitario de plumas varias… el quejumbroso dardo de tu mirada, ¡ay!
Aquella postura tuya serpentina, máxima demostración de pericia artística…
 
¡Me desentonas!
 
Prueba de que aún soy lo que ser suelo.
¿Y qué suelo ser? Transformer, travesti.
De mujer a hombre, y de hombre, a milhombres.
Pero tantas vueltas y revueltas, nunca invierten mi silencio:
Busco paz, rechazo afanes, desahogo sinsabores.
¡Ve, bribón, ve por tu vía,
que la tuya es fe mentida!
Concédeme tan sólo esta cortesía:
Vete para no volver.
Porque, sí, sí, sí, yo fui loca amazona –
Cruzé mundo y banderas de un solo trazo y por nada –
Envejecí,
mudé, verti
tan vanos trastos de mi matar zascandil,
aquella retórica mimosa de trucha azul…
en la nívea zona franca de un minué
rock.
 
 
 
Tristes querellas usáis, señor. Tristes, muy tristes…
Mi bohemia fue como un pesado sueño:
Te despiertas, te adormeces y repites el soñar.
Los silencios prolongados se oían como pianissimo.
Así los sentimientos, una, la misma mentira los requiebra.
 
 
El agua de tus pupilas, colmado corazón… –melón, melón, melón….
Te indignabas, cenizas caían sobre tu cabeza cana.
Tu harto cana cabeza… Y sí, la mía es sangre de eclipse…
¡Ah, no vuelvas a hablarme nunca más!
 
El azar de la ira siempre me será fiel.
Alas damascadas de mariposa… que me placen,
de buen grado me placen
las bárbaras pinceladas del genio basso obligato,
pues quien falta, jamás te quita los ojos de encima,
aunque los tenga cerrados…
Témome, mucho me temo… vida tan sólo es
el no automático pesar de quienes matando mueren.
 
En exceso sutil soy yo, lo confieso.
Soy mercurial, siempre lo he sido, nada digo de plan seguro.
Agridulce, mi daño útil:
Cuando ya no hay amor que habite mis ojos, bizquean las síncopas.
Ésta es zona franca.
Es decir: Zona para hacer cábalas y pegar tiros.
 
 
 
 
III
 
(CONTRASUJETO DEL CONTRASUJETO)
 
¿Y a dónde se han ido mis años?
El vacío es lo que no permite que la versificación galope versallescamente.
Estoy determinada a que amigos / enemigos me dejéis cavar la propia tumba.
(É aperto a tutti cuanti…
Ara e per sempre: Addio!)
Desde mis pómulos graves, declárome inútil para la industria cárnica;
muy útil, por lo tanto, en todos los demás tipos de amores.
(Dovè, dovè sono i bei momenti?)
Seguiré jugándomelo todo a una carta:
A mí siempre me tiene, me tendrá ganada la piedad faltada.
(La forza del destino…!)
 
Témome, mucho me temo… vida tan sólo es
el no automático pesar de quienes matando mueren.
Tú pareces ignorarlo: El sí mismo es el gran abismo.
Y yo ya siento en mi alma el abismo con estrellas…
… trabajando, en la búsqueda humilde de recónditas armonías.
Siempre he sabido, por ciencia infusa lo he sabido:
Los libros son tal vez los únicos fantasmas que aman los besos
sozusagen: Sólo vence el horror quien lo tutea y cabalga,
pesadillas cabalga.
El vacío es placer de la sustracción,
justa reciprocidad al crimen
apariencial – agudo y prepotente, demasiado agudo:
Toda una vida, te estaría queriendo (…)
Sabor de falta, sabor de divina falta.
Una vez más, huiré de la tribu desecante.
 
No, no, no… mai più!
Soy aún aquella loca amazona autista –
Cruzo mundo y banderas de un solo trazo y por nada –
Envejezco,
mudo, vierto
los vanos trastos de tan feroz matar
¡oh, imperio mío, silenciosamente embarcado!,
en la nívea zona franca de un minué
rock.
 
Qué imán me sostiene;
la poesía, señor hidalgo, la poesía.
 
Alas damascadas de mariposa… que me placen,
de buen grado me placen,
los fecundos contrapuntos,
tan suntuoso, simétrico esquema tonal.
Espressivo quiere decir ritenuto, libertad rapsódica.
Día llegará… no sabré hacer ya discanto, de tan bien tejida mi melodía.
 
 
 
Cómo apresó la luz en manchas
azules y amarillas,
en la carnación de brazos extendidos
-ángel arrodillado.
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