there’s no you

 
 
Para Francesc de Gispert Brossa
 
 
I
 
Zarpé… naufragué.
Tras el verde hipnótico de mis muy épicos ojos,
mudos espejos hidrópicos, sí, yo naufragué.
Así es el juego sacro, hermano.
¡Oh ternura!
 
Clave trágica del transporte:
Sabor metálico del aire viciado,
y yo, semejante a un rencor y a un arrebato,
viscosa y amarga en medio de la sal y la espuma…
 
Recuerdo un despertador que en mi pasado repicaba el acabóse…
 
Amor, amor, fue siempre delincuente, el desgraciado.
 
Figura femenina turbada bajo un sauce llorón.
Dónde sea, encuentra un padre.
Una risa, unos ojos, unas manos…
Amante que tanto me amaste,
en marino monstruo convertísteme.
Fuéronse las deidades del garbo;
quedóse esa perra deidad llamada fama.
 
Cucha niño:
el amor sólo es verdad
si la boca a sangre te sabe.
 
 
 
 
II
 
Vendrás… naufragarás.
Tras el verde hipnótico de mis muy épicos ojos,
mudos espejos hidrópicos, sí, tú naufragarás.
Así es el juego sacro, hermano.
¡Oh ternura!
 
¡Suerte que escribe el delirio!
 
Cuando ya sólo ves caer ángeles en torno tuyo,
todo está blanco, vencida la injuria del tiempo,
eres por fin artista.
Pareces apta para toda rebelión,
sólo despuntas, sin embargo, anotando la caída de los ángeles.
Producir luz con el negro,
¿no es acaso eso oficio de alquimistas?
 
Todo es calígrafo, calígrafo, calígrafo.
Escribe que te escribe que te escribe.
Vivir según la más azul razón.
De fantasía ayunas.
Con tal de abrirte nuevos horizontes…
 
Adoro la llama, adoro el alma silenciosa.
Toda latitud, abandonada.
Guardo silente mi refugio para invocar
el sino sin sino de la pandilla, dioses olímpicos.
¿Es la soledad la gran verdad del cuerpo?
¿La gestualidad mínima? ¿La ostentación nula?
 
Alternativa única: La entrega vacía.
Lyra mea immodulata est.
La muerte es siempre tan grave…
Llevar me puede bien la suerte mía,
porque nadar sabe ya mi alma en agua fría…
Mi humilde torear el silencio,
¿es eso elegancia?
Ojalá. Ojalá esté vacante uno de los mil nombres de Alá.
y Alá tome mi silencio como amable invitación a la ruina
 
Alegre y hostil,
cuando amor mendigo:
Conmigo van mis cuidados.
En cenizas ardo helada.
Mi propia alma multiplica fríos…
Fantasma soy en penas detenida;
pero, ¿cómo no velarlas…?
Y si las velo,
¿cómo no ser sombra de aire?
¿Tengo aún tiempo de indignarme?
No puedo evitar aquello que lacera;
al cuchillo de lo imprevisible, espejos no le faltan…
Vano galán, cabalgas
sosegadamente garboso…
Aquí no se acogen ya bufones ni disolutos…
¡He hecho arrestar a mi hijo levantisco!
(¡VIDA muerte engendra por la maternidad!
-silencio en llamas desatado…)
Mi pálpito está atrapado en ámbar.
Friso vital: Compañera Muerte.
Quiero morir de amor, enterrarme amando.
Ser sólo sombra de éste, mi tierno llanto.
Es plural, la voz del silencio.
Empática y plural.
Mi hipótesis (pongo debajo como tesis…):
SIGNATURA RERUM,
signo mudo de la esencia de las cosas.
Cuando vives por la fósil radiación,
por cada ausencia, presencia cero.
Libre modulación de mi divina cólera,
reza así:
 
No hay más luz que la arrojada sobre sombras
y la que éstas reflejan al azoradas dispersarse.
 
 
 
 
III
 
Voz blanca nº0:
 
Vendrás… naufragarás.
Tras el verde hipnótico de mis muy épicos ojos,
mudos espejos hidrópicos, sí, tú naufragarás.
Así es el juego sacro, hermano.
¡Oh ternura!
 
Coral de voces blancas es mi luz.
Las voces que prefiero;
las que llaman a la vida.
Porque la vida está
mortalmente encendida, mortalmente apagada.
Mío es el silencio a lo largo de los siglos escuchado.
Sé que no podemos sino descender;
siempre descender,
allí dónde la mirada sea sólo por formas vacías atraída,
gigantes lánguidas o atléticas.
Paraíso cerrado para muchos,
jardines abiertos para todos.
Tal es el vacío, silencio ígneo,
fuego pánico en el silente pensamiento .
Imagen de tu huella, amor, imagen de tu huella.
¿Se pena para morir o se pena para callar…?
El arte de enmudecer, de eclipsarse, tras
prima visual / prisma acústico,
cuando la emoción brutal seduce,
cuando el sol estival de mediodía
cae,
mata.
 
 
Voz blanca nº 1:
 
¿Cómo imaginar lo inimaginable?
Como un dibujo,
sombra alrededor de la luz.
Porque sólo la pintura detiene el tiempo.
Tratamiento plano de colores dulces,
copa tumbada, cuchillo
en harto frágil equilibrio.
Es la luz quien decide la presencia de las cosas
en la mascarada que el tiempo renueva.
Y el pincel, cual celoso gato pasa
la lengua por lo que pintamos.
Huellas de cuchillo paleta,
madera taraceada, taracea del color.
 
 
 
Voz blanca nº2:
 
(Melisma descendente inicial.)
Música, espejo de mi melancolía.
Música a la deriva, entiéndaseme bien.
Como la gótica barbaridad del contrapunto…
Galope de ruidos cálidos,
insular armonía hecha,
contrahecha de vacantes armonías.
(¡Bach dice que las disonancias tanto más fuertes son
cuando más cercana la armonía está!)
Tiemblo, peno, espero,
tan silencioso es lo verdadero…
Más verdad aún, la acústica rarefacción.
¡Oh mundo, que ya has sonado horriblemente…!
Una ternura infinita,
ostinato modulante…
en múltiples, afásicos ruidos modulada;
el compás un tiempo pierde…
… otro más,
y luego otro;
por fin todo se modula,
furiosa, bruscamente,
hacia una nota menor.
 
El silencio contiene todas las palabras,
pero sólo el vacío es capaz de hacerlas aparecer.
Démosle, pues, el timbre instrumental más nuestro.
Teatro de efectos tímbricos.
 
 
Voz blanca nº3:
 
Yo, la lunática aristócrata,
desde la cocina de mi insomnio o estudio,
declaro: Tan sólo vegetan los vacíos.
¿Acaso sois estúpido,
habéis querido hacer ostentación de agudeza…?
Brillar de pupilas fieras,
nunca, nunca más.
Aquí no hay más ferocidad que la mía,
carambola de destellos.
Sé que el mío no es sino monótono tañido,
afiligranada tregua
para la mortal cólera del volcán.
Tregua. Filigrana. Afiligranada tregua,
frente a ojos suplicantes …
¿Se afanan las gentes…? ¿Por qué?
Por rimar, conjeturo…
Al que no le quema la lengua,
los pies queman.
Van sincrónicos hacia la muerte
mientras arriba la luna fulge.
Aglomeración de lejía y revoque.
¡Esperanza, vana esperanza!
¿Dónde está tu mercado?
¡Ah, vosotros que ostentáis meditaciones propias de un córvido!
¿Pensáis conmoverme…?
Misteriosa, eternamente muda,
como una gran, grandísima oreja
en escucha permanente,
yo, el radar
-desde la cocina de mi insomnio o estudio.
Ebria de luz,
why am I so black and so blue?
Percibo ese tono furioso y obstinado…
señal de la lenta llegada del caos,
como una erupción de lava.
Mas, aquí llueve a cántaros
rotos. Pura paciencia es la lluvia.
El cielo, indiferente e inagotable
se vacía de lluvia.
 
Tú, manto silencioso que en cada cosa flameas,
no permitas que nadie transgrieda
las famélicas jerarquías
de
mi
inspiración.
 
 
 
 
IV
 
Voz blanca nº 0:
 
Vendrás… naufragarás.
Tras el verde hipnótico de mis muy épicos ojos,
mudos espejos hidrópicos, sí, tú naufragarás.
Así es el juego sacro, hermano.
¡Oh ternura!
 
El vacío significa FIN de la tiranía, faz humana.
En la frontera de la existencia,
imagínate:
Vacío.
Cáscara vacua, barca varada.
Resto último del naufragio: Revelación.
La
total
revelación.
¡Dejad que a mí venga la silente, esencial actualidad!
Es la terra incógnita, el humus, quizá,
que el aliento cortará.
Pues la fascinación de la vida
es tan sólo virgen para el no ha nacido.
La pureza, el juicio que nos salvará.
 
 
Voz diabólica, rabiosa actualidad:
 
El cielo… el cielo es verde.
La belleza, bruja.
Esa tierra que el aliento te quitó…
¡Fotos!
Poesía no es sino aristocrática reduplicación de la miseria.
Ésa, tu noche posesa de nada.
Un navío sin mar, de una botella prisionero.
Se puede anotar cómo
desaparecen las especies…
No cómo se forman.
No, no eres ferviente partidaria de la vida.
Francamente te decides por el vacío…
Callas…
Eres francotiradora.
 
 
Voz blanca nº0:
 
¿Puede haber fatalidad mayor que la del mar,
el gran, monstruoso seductor…?
 
Hoy he visto los árboles de mi ciudad
semillas en un frasco de cristal.
 
Lo que se logra descifrar pasa
a ser ininteligible
poco después.
 
Ininteligible
-poco después.
 
Inin…
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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