PRIMAVERA NEGRA

 
Segunda postal para Acràcia Casanova Bellver.
 
 
 
 
I
 
Pájaros cantaban en la orilla…
Que no cantan pájaros, no.
¡Gemidos mudamos en melodía!
Aquí no hay elegía.
 
Nada es dulce en la vida.
Te intriga saber por qué
ni idea tienen las personas de su superfluidad:
Encajan en las ruinas que ahí están.
Muy real drama de la nada concreta
y el tiempo. Sístole,
diástole entre esperanza,
desesperación.
 
¿Qué es la verdad?
¿Acaso es muda la verdad?
¡Qué pregunta más sencilla!
Verdad es aquello que conmueve.
 
 
 
 
II
 
Es tu adolecer largo y ardiente,
efecto y causa, culpa y penitencia.
A quien te pregunte sobre la ULTIMATE REALITY:
Folie à deux, folie à deux…
Quelle folie!
 
Nubes de afecto.
 
Liturgia de la constancia:
Te acompaña siempre quien a tu lado va,
El vacío de la presencia allí donde la luz brilla.
Bien lo sabes, la holgura vendrá tras la dificultad,
como después de un túnel viene la luz.
Sí, en un planeta tan ardiente como el nuestro,
tú y tu antípoda absoluto.
Su verdad es vertical e inconmensurable
con tu horizontal verdad.
 
Naranjas artísticamente mondadas, hasta la mitad, en espiral.
Manzanas de Cézanne.
Color que rueda.
 
 
 
 
III
 
Los pensamientos vagan, enjambre indestructible.
La íntima tranquilidad es una marea alta, baja, espada
dirigida contra la muerte:
Haces como que comienza la parodia,
no ves más que tu final.
Así, pues, incipit parodia…
 
Jeroglíficos del silencio.
 
Luna de acero rojo ensangrentado.
He dejado mi cuerpo en una orilla.
Herida abierta
mi vida.
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