no sufrir compañía
Jean Baudrillard, in memoriam. |
I |
¡Deja ya de arrobarte!, gritó en su último cable la Estrella polar. |
Y, muy gélido debió ser su turbio propósito, porque, ciertamente, me congeló. |
¡Qué envidia más cochina!, pensó esta |
totémica leona del silencio. |
El suelo es, será ya por siempre baldío… |
Vez tras vez, los amigos, puro espejismo. |
Levitemos – |
Sábelo bien: |
Levitar está al alcance de cualquiera… |
Paralítico-líquida porque estrellada, dolly: |
¿Cómo buscas tú pendencia… aun conmigo…? |
La felicidad con vosotros no fue felicidad… |
alegrones que me amargaron -exciting parfumes for men. |
¿Tampoco vais a absteneros vosotros del ruido ensodecedor? |
He conocido a los demonios, a los vasallos del odio delirante… |
a seres capaces de derramar de sangre, |
la más perfecta de las mezclas mortales -doctrina cosmo-pitagórica… |
He conocido a seres idóneos para arrancar y devorar |
los miembros espléndidos de un cuerpo… |
A seres ávidos de perjurio, y en suma, |
a seres aptos para comportarse de manera verdaderamente criminal |
-tradición de las divinidades homéricas y hesiódicas… |
Así pues, cada cual a su burbuja; a enemigo que huye, bandeja de plata, etc. |
Sabe Dios cómo evité contarte la mayor truculencia: |
Tu ex-amiga yació ensangrentada, asesinada en un diván. |
En ésta, mi enésima vida, he entendido que es lo mismo ser elegida o despreciada: |
Nuestro designio es la sangre. |
Escribo con velas en los ojos. |
¿Y si descubriese el vacío en el concéntrico corazón de la muy rústica reina del motor…? |
La vía contemplativa es despiadada maldición: |
Te priva de habla. |
El silencio es mi última patria |
– un sendero libre de polvo… |
II |
¡Ay, cómo no va a dolerme el corazón! |
Pero muchos, muchos días han pasado. |
Yo soy tierra que emigra, |
exploradora de islas hundidas, |
soy memoria de la lava. |
¿Qué ocurre si consagras tu vida a la espera? |
¿Soy acaso un espectro que no duerme? |
¿Quién es esta sombra que finge escribir? |
Maraña nueva de gritos antiguos… |
Callaos, por favor, callaos… |
-la mia sete no si spegne mai! |
¿Qué pena vale la pena? |
¿Hundí mi savia en el azul? |
¿Tuve tiempo? |
¿Tuve bastante tiempo? |
Memoria, dije, de grato recuerdo… |
Sombra aérea. |
¿Y si fuese ya mi infortunio una muy labrada fortuna? |
El viento es lo único que vuelve. |
El viento y los ríos, como lágrimas de otros ríos. |
Cálidos lagos conceptuales, cubiertos por nubes bajas… |
Conseguir esquivar el tiempo… |
Toda una vida para lograr una perogrullada tal que el mismo poema logra. |
III |
El poema es mi rostro real, el rostro de la ira. |
Cuando fundamento a la pura quimera hallas, |
vacío e hilo soñado enlazas. |
Aunque intuitivamente, construyo |
MORE GEOMETRICO, como construyen las abejas su panal de miel. |
El proceso deviene sentencia… |
Y sí, es posible que mi historia se haya convertido en máscara y disfraz: |
Nadie marca el territorio aquímelasdentodas. |
Nadie. |
Es rastro el camino. |
Y el amor… el amor rejuvenécese olvidando. |
Vuelve singularmente desolado. |
Amabilidad más que amor. |
Es difícil prever cómo se orquesta… |
Los hipocondríacos nunca morís, os lo imagináis, bruja antidisturbios. |
Bruja, del montón bruja. |
¡Qué staccato! |
Tu pleno perfil pétreo. |
Dime luna, luna, verdadera luna mía, ¿jamás confesarás |
cómo hay que hacer para mineralmente |
callarse? |
IV |
Miseria realista de este caduco mundo: |
No hay verdades sino amores silenciosos. |
Quise en tus ojos dolor beber. |
El frío sentir de no poder sentir |
en muda escritura transponer…. |
Recobrar la misteriosa juventud mía |
cuando bastaba lo que el ojo contempla… eso quise. |
No sabía que toda la vida no sería mas que el propio llanto… |
… dispersándose. |
Cuanto más imponente el deseo, más nefasto el cable. |
Incontestable ya. Gran, grandísimo socavón. |
Dueña de la inmovilidad universal, |
e incomprensiblemente, estratega sideral, |
confieso: Mi afecto derrotaste… |
muy cansada esa folie à trois. |
Vuestra imagen de pareja patituerta… |
¡Mítica mujer que eliges y actúas, |
sujeto sujeta a la clase de amor… |
que tus adictos precisan … -saludos a tan cordiales secuaces!- . |
Aquel cuerpo esbelto que celosa celabas, |
fresco como una ola, |
he aquí que se muestra paralizado y gordo, cebado, |
con abotargada cara, lela. |
Por toda tu prole escoltada, |
emperifollada… |
-apenas puedo mirarte. |
Dime: ¿Reconocerte… cómo… |
… lúcida? |
(…) En definitiva, marido mío muy querido, |
al cabo de un rato, sois como gato. (…) |
Así como la cristalina decepción todo iluso cristal empaña, |
admito: El pulso tenéis amante. |
Hubo Once Upon A Time… |
Pero yo me siento cuerpo humillado… |
harapo cosido al mundo. |
No puedo dormir a causa del temblor permanente del silencio. |
De mi retumbante paz. |
Vacía está la patria donde el egoísmo no cuenta. |
Y con harta frecuencia pienso: |
Antes… antes era demasiado dulce el aire. |
O quizá: Miseria y complacencia son hermanas bien avenidas. |
Me alimento de infusiones amarillas; |
de campanas que tañen a la muerte. |
Porque tú, hija y madre de la noche, |
mentiste. |
Sí, paralitico-líquida porque estrellada, dolly |
cantabas: |
O Love Me Tender, The World Is Mine. |
Cual obsceno fetiche exhibías etílica la cualidad del sol. |
Gente vana, resuelve mi dolor, |
ya no soy ojal del botón encanto… |
Muerte, fiel compañera, |
nunca ceses de advertirme: |
Ándate con cuidado entre la dulzura de las cosas… |
V |
No, no hay encuentros, tan sólo dulzura en la lengua. |
Azul y negro el cielo. |
Donde hay discordia, hay armonía. |
La alegría es tristeza… bouleversée. |
El cuadro perfecto no permite |
contemplación: Más que impresión, pasión |
– diabólica burla a los magnéticos campos de la casualidad-. |
Mi prosperidad no es prosperidad sino señuelo de pluma, |
tesoro de alquimia. |
No sé si a vuestra merced gracias o por tu culpa, |
paralítico-líquida porque estrellada, dolly, |
de nuevo es mi alma feroz y suntuosa. |
Premiemos con largueza tan pírrica victoria… |
Oscurézcanse mis vacíos, infames agujeros |
que la espesa capa de vegetación ignora. |
La pintura estalla en ciega potencia oscura. |
-Amor, Amor cualquier demonio menos tú… |
(El malestar que causó ser tan sólo ser que la muy podrida materia renueva.) |
Geometría engulle la pasión, |
¡modelo ahogado por la nueva realidad! |
Ven desamor, ven ahora mismo… ¡Qué bien, tú estuviste siempre ahí! |
Despierta en mí esta tristeza de hilo, |
hilo de eternamente hilar fino, |
hilo de trenzar vacíos – |
La leyenda del desamor ENAJENA. |
En silencio acuerda con la infatigable voz baja, |
sentido común. |
Flor de sombra, poema, flor de vacío. |
Sí, alguna vez fui perfume que con otro perfume se trenzó, |
pero eso es ya recuerdo, |
y recuerdo el perfume más intenso… |
Ropas volanderas que petrificó el viento. |
Vándalos voraces, soltadme. |
No poseo para expresar vida sino muerte. |
Beso sin beso. |
Cuanto más te embarga la ausencia, |
más vital tu agonía. |
Os amo, cuando cabalgo |
incondicionalmente os amo. |
-Voi che sapete, |
chè cosa é l’amore. |
Io non so più cosa è. |
Ah, amara rimembranza! |
Il mio padre dov’è? |
¿Quién inventó este abismo y hacia arriba lo lanzó? |
(Siete fadas bajo esta negrura yacen… ) |
El silencio calma el hambre |
alma simple que recuerdos alimentas. |
VI |
El viento de tus ojos – |
Despierta lo soñé, porque no hay viento alguno, tan sólo agua. |
¡Agua, agua, desesperante agua! |
Tras Baudelaire voy haciendo yo la lista de canallas: |
El amor de los cuerpos no es sino prostitución del paraíso |
-outsider... |
Elemental, sólo creamos los célibes. |
Las máquinas toditas somos solteras.-. |
¡Nunca ser estatua póstuma! |
¡Ah, no, eso… nunca! |
¿O quieres hacer tú la crónica, temperada morbidez…? |
De aquí al fin de los tiempos, no quedará cabeza con títere. |