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M. BLANCHOT, in memoriam. |
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Postal para la anónima y brava lista de asistentas |
familiares que me he zampado, |
negadas, más que abnegadas. |
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I |
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Pasa una generación y viene otra pero la tierra es siempre la misma. |
Bellísima persona, a mi casa el Eclesiastés traes, |
como para que Anita tome conciencia, |
envuelta en anillos de libresca suficiencia, |
raudales mudos de tristeza, |
de su muy alta y quijotesca miseria -sonrisa pagada, no. Calor prestado, menos aún-. |
Por siempre más el texto sagrado ausente, |
toda escritura no es sino chapuza |
-ora pro nobis. |
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Y dime… ¿también consta en la Bíblia |
que es la apariencia una breve aparición sorda, |
que obviamos el telón…? |
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Si por ti no fuera, |
por tu forma de apresurarte despacio, |
tu aire de bendición, de purificación |
-Haz de tu casa mi posada-, |
por esa desmesura tuya -tan americana, por cierto-, |
de en tótem erigir la audacia: |
CRISTO, prototipo de todo. |
Si por ti no fuera, |
de antagonía me hubiese yo anegado: |
La sima es lo que ves cuando la cima alcanzas. |
También yo tengo mil años. |
En antagonía me hubiese yo ya anegado |
en ésta, mi locuaz agonía. |
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Pasa una generación y viene otra pero la tierra es siempre la misma. |
La vida es ilusoria. |
No se puede vivir sin ternura. |
La vida es un partido de tenis donde sin pelota jugamos. |
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Llegas a mi casa con profundo sentido religioso, |
sonoro reflejo de aquél al principio |
en el cuadro percibido… |
Pero, tu enorme capacidad simpática, |
¿no se deja fácilmente… demasiado fácilmente conducir? |
-¡Si supiera usted cómo me bendicen!-, |
Como cromosomas se agrupan las palabras… |
Se hicieron las tinieblas, unos a otros los enemigos se mataron -¡milagro!-. |
Sabes que nunca me saltaré tan venerable paso a nivel… |
El sol invictus, |
CRISTO: |
Mi ojo no ceja. |
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II |
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Contigo, bellísima persona, discúlpame, |
llega también un pícaro charlatán… |
Con paso vacilante viene desde un tenebroso país, |
maldito insecto zumbón. |
La guadaña del tiempo esgrime, |
bástale sopa con arsénico, |
trasunto estricto de vida infernal… |
¡Qué le corten la cabeza! |
¡Qué aniden las bestias en su tumba entreabierta! |
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Me temo que yo sólo puedo albergar ideas de cristal. |
Ninguna de humana arcilla. |
No estoy hecha para la vida, no, |
sino para velar sonámbula. |
Siento il filo pericoloso delle cose… |
Porque para mí, ya sabes, |
discernir en bidemensional fotograma |
la tridimensional acción, es |
mayúscula exquisitez. |
Te veo hipócrita, bellísima persona, |
veo hipócrita ese dulce mirar tuyo de culebra murciélago contrariado. |
Tu pisada, doble, fuerza rebelde al linaje ortodoxo de la diosa del sol. |
No, no me cuentes nada de quien habita el centro mismo del odio. |
Las personas enfatizamos de manera singularmente arbitraria… |
… somos hipócritas por naturaleza. |
¿Cómo reemplazar la defectuosa excelencia de la vida |
hasta alcanzar la rígida quietud de la máscara mortuoria? |
Pletórico trecho de dichos corremos… |
(CONCOURS HIPPYQUE: viajeros que intentáis |
esquivar la monotonía climática, |
vuestras torvas, monótonas costumbres, |
vuestro vacío nada turbio, |
jamás os traerá la lluvia.) |
Tu sensualidad fría y calculadora, bellísima persona, |
ese tono verde venenoso para con el teléfono móvil, |
el lugar de los espíritus famélicos… |
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La inconsciencia es pura mafia |
por ásperos gritos de gaviota puntuada. |
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Te veo hipócrita… |
… me sé hipócrta pluscuamperfecta. |
Tantos desórdenes y dolores míos… |
…esta disociación entre la mano derecha melódica, |
y una armónica mano izquierda… |
Como una naturaleza muerta, no sueno. |
Tomo este pozo en llamas por doméstico paraíso. |
Por fortuna, tengo un cuello que escogido martirio reclama. |
Ergo, masaje al canto. |
Vístase. |
Que me la bendigan. |
Abríguese: Idilio. |
Un instante de recogimiento, doyme |
a la electrónica fuga tras una carta… |
… ¿no le apetecería, guerrera, ser reposo de este guerrero…? |
No me preguntes nada de nada. |
Podría contarte toda, toda la verdad. |
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Si vez que viene una bellísima persona, |
vez que viene tan execrable charlatán, |
yo soy el Espíritu Santo, |
imponente mi ira como el mar. |
INFIERO: |
El ser más bello no existe. |
Y A CONTINUACIÓN: |
Todo lo existe no es más que símbolo de un tragicómico lamento. |
POR TANTO: |
REAL es sólo la neurológica verdad. |
Es tan misteriosa la apariencia |
que el trapo donde impresas están del martirio las heridas, |
como telón teatral funciona, |
trampantojo juego o engañifa, |
cuadro dentro del cuadro |
superponiendo a la faz doliente de rigor, |
la enigmática representación actual. |
He aquí mi galimatías polisémico. |
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III |
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Fuese tan bellísima persona. |
Llevóse música y charlatán a más cálida parte, |
-L’uccello nella gabbia canta |
ma no per piacere ma di rabbia.- |
Impaciente espera bajo las nubes que la página |
velan… |
… pasen. |
Dejen al blanco del papel emerger. |
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Imaginando siempre linealmente el tiempo, Europa se ha agotado. |
-Addio, signora |
ritorna la tua pilota!- |
Crónica de un amor que nunca existió. |
Toda la vida para aprender: |
A este lado del espejo sólo quepo yo. |
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Cesó el bien interprretar el mimus vitae. |
Pasó el vecino trasvestido como un santo del retablo… |
… ya no hay que poner un nimbo de santidad al personaje ése. |
¡Buf! |
La pregunta de preguntas que de contenido cualquier pregunta vacía |
¿cuál es? |
Pasa una generación y viene otra pero la tierra es siempre la misma. |
Así el Eclesiastés. |
No habrá otra loca tan gentil. |
¿Para qué querrá ser parte de un mundo que no existe? |
Mujer es el más sutil tamiz de la realidad. |
Cierro los ojos y comprendo: |
No poseo sino la abundancia. |
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¡Ah, qué difícil se me hace articular palabra los días memorables! |
¿Son las aves libres de las cadenas del cielo? |
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Nada de transiciones métricas, |
variaciones de registro, estrofas armónicas… |
Respira. |
La fuerza inmóvil ya es pasión. |
Las notas blancas escasean. |
Lloriqueantes aparecen tras el bajo |
obstinado de un tambor militar. |
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Cesó el bien interpretar el mimus vitae. |
Pasó el vecino trasvestido como santo del retablo… |
… deja ya de poner un nimbo al personaje ése. |
La pregunta de preguntas que de contenido cualquier pregunta vacía |
¿cuál es? |
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Gorgeos en basso falsetto… |
Arácnida ligereza. |
Cae el ultimísimo telón, |
es decir, paisaje sin sentido profundo, |
pero, ¿por cuánto tiempo? |
Máscara y telón, Muerte, |
¿me los prestas a la par? |
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La naturaleza rejuvenécese sin cesar mediante nuestra ruina. |
Libélula azul. |
Momentos prismáticos del color… |
… sellado todo con la pasión de un alma hermética – |
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El enigma de estar patéticamente vivos, sólo Tú, |
Madre Muerte lo despejas. |
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Ha llegado el día en el que la vida es una suave rapsodia. |
Il mio miglior plectro. |
Jardín imaginario con sapos de verdad. |
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-Se cerca, se dice: |
L’amico mio dov’è? |
L’amico infelice rispondi: |
Morí!.- |
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La tesitura más aguda de esta liturgia. |
La imagen que en mí el charco despierta: |
1) No estamos integrados en el espacio sino tiritando. |
2) Luz divide en claroscuro nuestros rostros, como en la pintura. |
3) El interior es lo único abierto. |
Fin de partida. |
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Todo es malcasamiento. |
Pero, ¿por qué no contar cómo ocurrió? |
En staccato resuelve la cámara tu frenética danza. |
Bollirà el món com la cassola en forn… |
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Quizás sea aún mío el don de desaparecer |
ante tus ojos asombrados. |
Quizás sea mía aún la riqueza de riquezas. |
Si así fuera, |
para mí quiero, absolutamente quiero, |
los secretos entre naturaleza e imaginación. |
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Mi día no tiene noche. |
Mi noche no tiene día. |
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Mi escritura tensa y ríspida, |
afilada y pendenciera. |
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Sólo música y poesía viven |
el instante simplemente. |
Repitiendo. |
Retomando, |
retomando, |
retomando… |
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Postal para Fernando González Placer. |