borra del mundo mi nombre
(Drama lírico escrito a mano y en un acto) |
Para José González Pozo. |
Rapsoda: |
Harto me ha complacido su benevolencia: Silencio no es |
silencio, sino multiplicidad de paisajes. |
¿No podría tan voluptuoso criticón regresar con su magnánimo ritmo; |
descargarme de zozobras, visitar mi jardín sonoro |
costosamente construido con las cosas que más amo…? |
¿No es posible, madre cruel de los mis amores, |
mantener con suma banalidad en mí, |
tan raros momentos de éxtasis, |
como los terrones de azúcar a los caballos adiestran…? |
Compongo para escuchar música que aún no he escuchado. |
Me abrasa su osadía, esa carta tan peligrosa de mirar… |
Monstruo de claridad carnívora: |
No siempre este costado mío aguantará el umbral, el agua del cielo. |
¿Por qué no accedes a que él |
-¡alguien como él!- |
me otorgue el rubato, |
la flexibilidad del tiempo, |
a la manera del habla cotidiana? |
Acaso esté ya mi antorcha deshecha y en cenizas… |
¡Un hombre, un hombre de principios, lady Death, |
que recuerde cuán acústico el silencio es, |
el vuelco de mi pensamiento que ahora, sí, explora la no-intención! |
Hablar es empezar a reconciliarse -demasiada guerra, nunca justicia… |
¡Ansío huellas que no sean las mías! |
Eso que me sobrepasa, |
eso soy yo. |
Quizás no sea este silencio sino |
ausencia de silencio, |
huida del sonido, |
porque la humana, frágil percepción, |
tendenciosa, preciosista es, |
precisa reintegración a cierto humano tejido. |
Mas acá de los preceptos, |
tramoya, |
risa, |
unos cuantos y estilizados vestidos, |
saborear las nobles palabras, |
OTRO. |
Otro ser humano… ¿no? |
Lady Death: |
No. |
Paciencia, Anna, paciencia, |
¿No ves que todo llega…? |
Depuestas ya tus armas, te respetan. |
Encuéntranse dos lúcidos: Reconócense. |
Duro es. Pero lo prohibido de enmendar llevadero es |
merced a la paciencia. |
Escribir es resistir. |
Por eso es todo tan sencillo. |
Por eso es escribir la más pura obscenidad: |
¡Mirad, eso soy yo! |
¿Vas a tratar a ese feliz testigo, |
como un niño malcriado trata a su juguete preferido, |
llevándotelo a la cama…? |
Tú, que sin de ello jamás jactarte, |
sujetaste tus cabellos con un nido de víboras; |
tú, que esquiva siempre fuiste con los que tan a menudo te llamaron cruel, |
ten cuidado si no quieres ser juguete de los vientos, |
¿u optas por que el polvo manche tu dulces atavíos…? |
Sí, has logrado hacer un auténtico cuadro escénico. |
La pasión es una forma de teatro. |
Los actos pasionales, el verdadero ridículo de la vida. |
Basta un poco de lógica, sin embargo, |
y el teatro representa la memoria, no la vida… |
Los decorados, siempre simultáneos. |
Los colores, ácidos -forma cromática rapidez, velocidad...-. |
¿Risas…? Bien. |
Risas epigástricas que alegran la vida. |
Risas viscerales que estremecen… hay que elegir. |
La honradez… la naturaleza, la naturaleza, no hay quien la resista. |
Perversa alegría, juego delicado: |
Y por un lapso de tiempo cierto, |
en el ojo confianza excesiva |
-¡ríase caballero, no se contenga!-. |
En la infancia, apenas articulabas. |
Ahora razonas, crees. |
Pero mientras razonas, pasa el tiempo, |
vuelve difícil la articulación… |
–¡par charité, ne sois si arrogant, s’il vous plaît! |
Por él, sueñas en pareja, sola amaneces. |
La costumbre nos cautiva. |
Ni demasiado lejos, ni demasiado cerca de mí. |
¡Qué elocuencia pide eso! |
El tiempo trágico es un tiempo deportivo. |
El acto teatral exige parsimoniosa duración. |
Transparencia o franqueza en las humanas relaciones… |
porque consiste en sentir: Tú cuentas sílabas, palabras, frases. |
Trátase de conservar el movimiento que aquí reina, de aumentarlo sin cesar. |
Vierte un poco de verde vitriolo sobre tan dramático edificio, |
pues hay una puerta a punto de abrirse… |
Y no temas: Tú te ocupas de la poesía, |
de los poetas en un pueblo vencido, esclavizado. |
Cuando la necesidad presientas, |
TELÓN. |
En la misma unidad: Lugar, tiempo, acción. |
La mirada clásica no fracciona la ilusión. |
Rapsoda: |
¿Qué clasicismo, por cierto? |
(Saberlo es mi experimentalismo, digo.) |
Lady Death: |
El que ponga a todo el pueblo en el suplicio. |
El gusto no es una gracia misteriosa, anacrónica. |
Problema técnico de código tan sólo. |
Épica es lírica, bouleversée. |
¡Qué elocuencia pide eso! |
Describir morosamente el acto de las sospechas. |
El acto de los furores. |
El acto del reconocimiento. |
El acto del sacrificio. |
Pues tan pronto como palabras, pasiones, actos… conocemos, |
imaginamos rostro a quien atribuírselos, |
su modo de andar, su máscara |
–palideces… tiemblas… me engañas… |
Rapsoda: |
¿Lección de pantomimas, lady…? |
Lady Death: |
Lección de pantomimas, niña. |
A tu cuadro escénico falta |
teatro e historia de la humanidad vincular… |
devolvérselo a las manos seculares, ¡vaya! |
O lo que es lo mismo: |
Aprender la digna humildad que sobrelleva |
un extraordinario destino, |
una parte del mundo ha de llevar tu anónimo nombre… |
Rapsoda: |
Hombres piadosos: Cesad ya de una vez. |
¿Qué no habrá erosionado el corrosivo día…? |
Pero una parte de mí se unirá al griterío, cantará… |
Con el canto menguan las negras inquietudes… |
Mi pasión, mi éxito, si lo tengo, obra tuya es. |
Lady Death: |
Mezcla la prudencia con un poco de locura… |
Rapsoda: |
Contra la miseria, relativa rebelión yo no deseo, |
sino rebelión eterna. |
Soy la luz del desespero -siempre llameante… |
Mi sueño de perro, de insomne neurópata… |
Mis muchas y muy heladas noches de vigilia, |
siempre las recordaré… |
Lady Death: |
… las olvidarás. |
Todo se olvida, anacoreta. |
Deja ya tu labia a un lado… |
Ya no hay nada que hablar: Pantomima del amor. |
Rapsoda: |
Risas y llanto entrelazo. |
¿Cómo entender tan espiritual barómetro? |
Lady Death: |
¡Las sonrisas de la vida! |
Cumple con la sencilla función: |
Conciliar tan orgulloso pudor, |
y la exigencia de cosas amables decir. |
Rapsoda: |
¡Ah, qué importa «cualquiercosa» si todo adopta en mí el rostro del amor! |
(Entre candilejas, canta un coro de voces blancas. |
Estremecimiento plural.) |
Lady Death: |
El amor entre los seres es eterna fuente de felicidad… |
… una simple ventana para dilatar el mundo más allá de su limitado interior… |
Rapsoda: |
¡Qué difícil es encontrar un corazón apasionado! |
Lady Death: |
Ya ves: En vano insectos cincelas, grabas caracteres, |
amontonas juntos cuerdas, textos saboreados… |
Rapsoda: |
La vía de la justicia es muy luminosa. |
Tanta bondad, semejante a la generosidad del cielo… |
Mi mirada errabunda se obstina, se obstina con el cielo… |
Por un instante han sido en mí colmados deseos, languideces… |
Lady Death: |
Una nerviosa morbosidad como la tuya… |
Siempre cabeceando en la cuerda floja… |
Rapsoda: |
El palimpsesto de la memoria es indestructible. |
¡Cuántos suspiros por el transcurrir del tiempo! |
¿Cómo hacer que se detenga? |
En medio del invierno, puedo ver qué verdes son los pinos, los cipreses… |
Lady Death: |
(¡El destello atroz del oro en medio del silencio… |
Monólogo de un alma a la que siempre ha sido demasiado fácil herir…!) |
Amor es la expresión del rostro humano |
que sangra al sentirse señalado… |
Rapsoda: |
… pero el espacio entre las miradas es un infranqueable sahara… |
Lady Death: |
¡Mujer de ordinaria contextura: Penas de un niño, obras de arte son! |
Rapsoda: |
… rostros como pálidas manchas… tantos y |
tantos infatuados individuos que sólo a sí mismos aman… |
¡Ah, meterse en sí, pensar! |
El único consuelo personal y verdadero es |
el momento íntimo del pensamiento… agridulce. |
En mi desgarrado ser por simpatía resuena |
algún temible intervalo en el túnel del tiempo. |
Cortocircuito bárbaro. Lo acepto. Es lo humano. |
Lady Death: |
Por fin lo has aprendido: No crees en absoluto en el genio. |
Tu imaginación son tus recuerdos. |
Tus sueños fatales… |
… cuando la respiración funciona, |
el Gran Arte funciona. |
Armonías parciales, |
en eso consiste todo. |
Rapsoda: |
En fin… el arte de oír, |
oír siempre |
la diferencia… |
… ha sufrido un histórico desplazamiento.. |
Ya no reside entre consonancia, disonancia… |
sino entre armonía |
silencio. |
… en su indiscreto, hacendoso, habitual lugar, ¡vamos! |
Lady Death: |
Lo sabes, a ciencia cierta lo sabes, ¿eh…? |
¡Qué perfidia la tuya! |
¿Dónde estabas antes de que vinieras? |
¿Acaso es anterior a ti tu propia sombra? |
Rapsoda: |
Vengo del vacío. |
Del cielo, donde cristalino es el polvo que nos une. |
El color del archipiélago… |
… la pena de tus ojos. |
Así que, dame tu escritura, lady Death. |
Lady Death: |
¿Llevamos antifaz…? |
Rapsoda: |
Llevamos antifaz. |
Lady Death: |
Montas a caballo con más elegancia que seguridad… |
Rapsoda: |
Sí. |
Si verdaderamente algo una vez tuve, |
fue la mudez y un silabario de cartón |
que me enseñó a escampar. |
Lady Death: |
Quiebras de sonido… |
La escritura es vida intensificada: Amor mortífero… |
… frivolidad, por otra parte. |
Rapsoda: |
Nadie te sigue por las huellas de pesares, |
sino como a un herido por el rastro de la sangre. |
No escucho ya a los gánsters que el sueño nos secuestran. |
No malgasto ya mi vida a la horrorosa sombra de la nada, |
la más cierta llama de las perecedoras pasiones nuestras. |
Imaginación es reconstrucción. |
Reconstrucción es imaginación. |
Si conservo el gusto por la vida es |
coqueteando con el budismo zen. |
Con su sentido del humor, su intransigencia, su desapego… |
Poniéndose en vibración, |
todos tenemos más de un espíritu por liberar, ¿no…? |
Yo deseo, absolutamente deseo |
la recompensa sin riesgo |
que a su tiempo me otorgará el tiempo. |
Mientras acojo la recompensa presente: |
Ser muerto en la memoria del mundo, |
que es lo mejor que en él se esconde: Vivir en sí la victoria. |
(Los violonchelos aúllan en clave de fa, en el extremo sobreagudo.) |
Como diría William Blake: Energía es eterno deleite. |
Siento que mi doloroso camino se está llenando de porvenir… |
Lady Death: |
Claro. El fin de la vida es música. |
Una melodía que celebra lo que dice. |
Y en abreviatura pictórica, vedada a filósofos reticentes, |
griegos, druidas muy rancios… |
(¡Sí, señor, sí, llámase Muerte la gran dama compañía!), |
espacio extendido en doble azul |
lienzo preparado para recibir |
las creaciones de un gran pintor… |
No obstante, ¡ahí estás tú! |
O… tras esta carta de vientos marear, |
¿soy… yo… el monumento megalítico de siglos petrificados? |
¿Un mar invadiendo las olas de otro mar? |
(La escena no ha sido aún cabalmente comprendida |
en todos sus detalles, insinuaciones: |
a) El cuadro arde en colores. |
Intenta desasirse de toda figuración, |
dar forma externa al acorde interior -en el lienzo cautivo …-. |
b) Aquella barroca figura que victoriosa proclamábase, |
ha cedido el paso cansino a un hombre más bien gótico, |
marcado por las huellas del dolor.) |
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