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Para Lluís Martínez Martínez, |
por ser vos quien sois, |
bondad infinita… |
(La envidia murmuradora, |
gustosa de mal y repugnante, |
acompañará siempre a los hombres miserables. |
– Hesíodo.) |
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I |
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Ebria de azul, |
-why am I so black and so blue? (…) |
Nevermind. |
Never, never |
mind – |
Retraerse, sí, de todo quedamente… |
Innoble servidumbre de amar cuerpos humanos, |
basada en muy ilusas percepciones matéricas… |
¿Pero y si una recuerda hombres, en abundancia, |
como mala |
hierba…? |
Esta sombra mía color de la pez: Viscosidad de la materia . |
Soy quien en cada esquina ve la muerte. |
Sin pausa me interrogo: |
¿Adónde, sombra, el paraíso, tú que has estado? |
Mi mirada escrutadora que en dos la corta la luna, |
fue injustamente castigada . |
¡Demasiada sombra tengo yo en los ojos |
para verter indulgencia alguna |
en océanos de agua hirviendo! |
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¿No habrá denso amor que nos redima? |
He amado demasiado, me he convertido en el azul del zócalo. |
¿Puede así llegar a los escalones de mármol el oleaje del mar? |
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CARMEN: |
Eres víctima del más terrible olvido: |
Aquél que ciega sin apagar deseo. |
Deliras hacia adelante; |
deliras hacia atrás; |
en cualquier dirección deliras, |
porque reinas sobre el falso tablero de ajedrez. |
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ANNA: |
¡Si supieras cuánto frío tengo, |
y cómo es de inconsolable el frío! |
Figuras de pusilánimes filisteos giran en torbellino |
hacia el exterior bajo esta horripilante luz clínica. |
Los mejores estáis sin convicción; |
los peores, en la plenitud de sus vehementes facultades. |
¡Habéis institucionalizado incluso el espíritu de luto! |
El mundo está ordenado en los relojes, |
y sólo en los relojes… |
Víctimas apasionadas de vuestras dogmáticas ocurrencias, |
¡estáis todos como deletreando! |
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Acaso porque soy habitante del dolor, |
mis ojos se retiran cuando alguien llega, |
vez tras vez viene a mí en el hipnótico zoo |
el hinchado títere de escena, |
notorio por sus múltiples jactancias. |
– Nevermind. |
Never, never |
mind – |
La realidad es simple como un espejo, |
un lado iluminado y pleno; |
el otro, oscuro, vacío. |
No, no habito el infinito. |
Y aunque con gusto tenga un pie ahí, |
con más gusto cogeré la / mi tumba. |
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Aquella alegría pánica … |
Amar como una niña, volcando el corazón: |
Mi gozo en un pozo... |
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II |
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ANNA: |
No existe fuera del campo donde refugiarse en esta maldita película. |
Fui dama de seda, |
antes de que me absorbiera la negra tela. |
Tengo sed de murmullos, Carmen. |
No lloro, no. |
Nadie quiere mis lágrimas. |
Sé que socialmente decente es abstenerse de patetismos, |
pero… dime, ¿me da tiempo de indignarme? |
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CARMEN: |
No seas tan esdrújula, mujer… |
una lujosa personalidad y tan encendida… |
Non è cosa seria! |
Così è se così vi pare… |
Cierta satisfacción linfática, |
tu inteligencia, ironía sin tamizar, |
tañe tan díscola cuerda. |
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ANNA: |
Tan obsesiva y estilizante mi esperanza |
como ese incurable optimismo tuyo de los vencidos… |
No, no soy una autómata sonámbula. |
Tengo necesidad imperiosa de respirar libre. |
Más que marionetas, somos soldaditos de plomo. |
La ardiente parrilla del urbanizado desorden es broma |
de muy mal gusto. |
¿Dónde, dónde, ha ido a parar la risa que me hace libre? |
Como un muro que se desmorona, |
así yo subida en años y coturnos. |
El tono lo hace todo… pero, ¿qué es eso? |
¡Ay!, ¿qué es eso que en todo falta? |
Esa ola de nada... |
¡Falla sísmica! |
¡El paisaje, está a punto de perderse el paisaje! |
Síncopa… |
… rítmica, |
allí donde la evidencia esté aún por hacer. |
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CARMEN: |
Bueno, Anna, sólo tienes que dar carta a tu luto. |
El paso armónico, creativo, de la muy lacerante soledad. |
La carne, si humana, te asfixia. |
Sé, pues, hambrienta orquesta de concierto. |
Sabes que al ritmo de los públicos vicios |
sólo puede oponerse una olímpica voluntad. |
Has conseguido hacer de tus achaques, música. |
¿Qué más da lo que piensen de ti |
si el tuyo es ya un goce radicalmente espiritual, anacorético, no fabril…? |
Las sombras, las llamas, los gritos… |
… SILENCIO. |
Recuerda: Máscara es civismo. |
¿Acepta tu perifrástica memoria sanguínes transfusiones? |
Mi presencia, mi ausencia es testimonio de que en tu infancia hubo |
pasión |
sin vanidad. |
Aquel olvido fraterno, |
aquella exclusividad y abnegación |
que sólo los niños son capaces de trocar. |
Aquella inaudita ternura… |
… es la platónica ignorancia que funda |
el fondo de sabiduría prenatal. |
Así que vuelve tranquila a tu púlpito en la vía láctea. |
Cuenta las estrellas de los navegantes. |
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III |
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Esta vigorosa cosa desvaída, silencio |
a cada cosa da |
sombra. |
Cuerpo presente, cuerpo |
pesante de la incomunicación. |
Antes del «ávido amor mortal»: |
Recuerde el alma dormida, |
avive el seso y despierte (…) |
Por encima de toda soledad, |
flota la luna… |
Y el movimiento, desde Platón |
nadie ignora, es amor. |
Con ojos mundanos miramos el mundo, |
pues mundo nuestra mirada sostiene. |
Exterior: Espectáculo extemporáneo. Vacío, por tanto. |
Cuando se viaja, hacia adentro se viaja siempre. |
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(…) La melancolía de tu mirada recuerda aquella alucinación |
soñadora de las vírgenes de Botticelli (…) |
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La mémoire est-elle soluble dans l’eau? |
Silencio, ventana de par en par |
abierta |
infinito – |
Quiero que la carnosidad del paisaje inunde |
mi silencio. |
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Intervalo de cuarta aumentada, |
nota modulada de la tonalidad dominante. |
O sea, Dios es y no es (…) |
¿Y si Beethoven no fuese la ilusión subjetiva |
porque es la objetiva…? |
Es un sonar que ya es un decir. |
Es el sonido que nos vuelve cuerdos, mundo cruel… |
Altisonante, gravisonante Beethoven. |
Dialécticamente, marcial, genial poseso |
tras amoroso ruego, arrullo, beso. |
Beethoven nunca se desmelena para deplorar a Beethoven… |
Promete disolver el límite entre vida y paisaje, |
pero el silencio, tiempo en barbecho, tierra sin labrar, |
exclusivo lujo de las ruinas… |
Ternura extrema de la flor. |
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Rápido, el instrumento, revolución de palacio. |
Siempre que veo un vacío, |
se me acelera el pulso. |
Silenciosa mancha de aceite. |
Ilusión subjetiva, mi libertad… |
… NEVER EXPLAIN. NEVER COMPLAIN. |
Todo ES |
si callas. |
Terciopelo irresistible, mudo. |
Ése es mi demonio. |
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Si la fotografía revela el estigma de una disolución, |
fueron la pintura, las piedras miliares de la poesía, |
quienes detuvieron la hemorragia. |
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Vosotros y vuestra indolente impotencia: |
Exprimiré vuestros ojos a cualquier precio, |
con tal de oír la furtiva vibración de la materia. |
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La viscosidad de la materia, |
sus lujosos decorados como de tapiz persa, |
su vibración, sin embargo, que sólo el pintor capta. |
Pintar para descondicionarse, como el anónimo |
pincel del calígrafo chino. |
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Envejezco, me aferro al amour avat la lettre, |
aunque no sea sino clavo |
ardiendo. |
Veo claro: Antojadizo, gratuito, despótico es Satán. |
¡No existe, no existe! |
Los escalofríos recorren mi cuerpo |
como verdes lagartijas, pienso, |
pues soy hiératica estatua. |
La frase preferida de Satán: Mi alma desea tu cuerpo. |
¡No existe, no existe! |
Seductor civium, |
impostor populi, |
stuprator feminarum, |
corruptor iuventus… |
– Nevermind. |
Never, never |
mind – |
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Leyes contra lo suntuario impusieron góndolas negras, |
música de vaivenes y botones. |
Pero tú me amas: |
Haces gravitar sobre mí la imperceptible |
presencia de tu nada -otoñal, conciencia exaltada…-. |
Hay muertos, los cuento, a tantos amé. |
Crear: Sentir en el silencio de la mente |
un objeto volador no identificado. |
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Máscara cómica veneciana. Nariz – |