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Para Nelly y Erik Holmsen |
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Si eres gato, tu leyenda es triste, fatal: Todos sois pardos. |
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Pero, no , sorry, no. |
Hay gatos callejeros o aristogatos, cuya listeza se acompaña de orgullo o torpeza. |
Hay gatos de angora, que gustan de mirar a la cara todo lo que duerme. |
Hay gatos siameses, con guantes de cristal. |
Los gatos que prefieren fantasmas y pelusas de povo, al sapiens sapiens, homo… |
Saben matar de risa y no de ira. |
Y a mí, como en los libros ancestrales, |
me intrigan quiénes son virtuosos en batallas silenciosas: |
Cómo es el rastro del águila en el cielo. |
Cómo es el rastro de la serpiente sobre la roca. |
Cómo es el rastro de la nave en medio del mar. |
¿Cómo es el rastro del varón en una virgen…? |
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Todos los gatos colman con la plenitud lo inacabado, saben caer de pie. |
Y mientras caen… deshacen los nudos de la vigilia: |
Tonos de pasión, hilos de paciencia. |
Tras máscara de colores, dilapidan una gran alma. |
Alpinistas ebrios, no alcanzan la salud sino por la cima. |
Ven el rostro de los amigos dormidos como paisajes apasionadamente graves… |
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… vuelan. Y sueñan. Desean la transición de dulzura infinita entre la vida y la muerte. |
Se reconcilian con sus heridas: |
¡Cuántas cosas son aún posibles aunque estén heridos! |
Permutan sin cesar las palabras cuerpo y alma. |
Se diría que inventan la potencia de lo que deslumbrante y serenamente desaparece: |
El recuerdo… |
… y descendiendo, se apresuran a dar a su verdad dos piernas: |
La felicidad es inapreciable, ¿cómo advertir su desgaste? |
La propia identidad, aquello que con loco ahínco se persigue: Causa perdida. |
¿No volveremos a encontrarnos con nuestro animal carismático y totémico…?.- |
Así que el suelo se les brinda rebosante de coraje. |
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Como la humana mirada es luz mezquina, luz de acuario, dictaminamos: |
Arrogancia felina. |
Ya que osan mostrarnos en fotogramas lunáticos a nuestros enemigos. |
Vuelan, ergo, alcanzan la prehistoria humana. |
Vuelan, ergo, exhiben un dudoso gusto por lo vibrante: |
El rojo amapola y el electrizante verdiazul del mar. |
Así es su gusto, mezcla con sangre de todos los colores. |
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Vida eterna para quienes reposan ante todas las cosas como ante un espejo de cien ojos. |
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El reino de los cielos para quienes desafían al inhóspito vértigo. |
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Gloria y más gloria para quienes saben retener el futuro anterior de este melancólico film. |
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Fatales somos nosotros. |
A merced de nuestra dichosa libre opinión. |
de nuestra estúpida mirada clínica; |
esclavos de una voluntad bien propia. |
¡Ay, qué dolor, qué dolor, qué pena! |
¿Acaso no hay salida…? |
… un mal paso, la verdad: |
En fila india resucitar. |
Con gracia disimular, |
nuestra congénita desmaña… |
(nunca el peligro nos ha de arrugar… |
El pecado, la caída es defecto originario... |
pero, ¡chist!, ¿de acuerdo…? |
Gato viejo con arte antiguo cae. |
No lamenta haber dejado pasar |
de nuevo el plato sin lamer.) |
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