rapsodia tóxica

 
 
 
I
Alucinación cinestésica:
estar muerto,
estar en otro cuerpo,
ser de cristal…
pérdida de la consciencia o unidad intelectual del sujeto…
Clásicamente formulada,
alucinación es ya ficción de la imaginación.
El error, la creación deriva de la razón.
Delirio, trabajo retrospectivo de la memoria.
 
 
Y sin embargo,
ahí hay objeto sensible…
alta definición en la imagen del fantasma o simulacro:
Falsa presentación.
La alucinación es un roto, un descosido en la explicación racional…
Porque no, no hay nadie que mande sobre el rayo y el trueno,
y aunque parezcan legión quienes tienen atrofiado el órgano de la fe;
los poderosos que ensartan cuento tras cuento…
más vale pez voluptuosamente femenino y soñado,
que cuatro gatos… pardos.
 
 
À propos,
sobre caníbales,
peces;
sobre cómo añadir insulto a injuria…
sobre la ortodoxia…
H.Melville relata el temible temporal de la ira de un dios:
FATA MORGANA, fenómeno de refracción luminosa.
Las leyendas de marineros entienden así el espejismo:

El hada Morgana muestra su palacio sepultado bajo las aguas.

Visión o presagio de muerte –superstición popular…

 

 
 
 
II
Disputad, disputad, tanto y cómo os plazca, agónicos agonistas…
Nadie os impide morir enfrentados…
jugadores frívolos de la lenta, eterna agonía.
Mas esta cuenta sale clara y cierta:
Alucinación no es sino la opiácea apatía de la tradición.
El místico océano azul pantera,
imagen visible,
ALMA, humanidad toda…
 
 
(¡Ah, la vida aventurera que se nos prometió en la infancia…!
But, come love, come with me…
¡Encendamos de nuevo la luz
que es como verse en sueños!
No hay objeto, no hay sujeto, sólo lugar –
el arte es más poderoso que cualquier verdad mundana…-.
Fata Morgana es el amor.
El amor iluso, el amor sin dueño;
anhelante de caricias flotantes, de prodigios en el tiempo –
metamorfosis del cable electrónico en eléctrica seda.
¿Acaso no fue siempre la ternura simple vaivén sideral?-.
Una luna atónita ilumina con luz esmeralda
el ruego cabal: Pon en fuga la soleada materia…
¿Quién me ama todavía?)
(Juro solemnemente que estoy hablando de forma transparente sobre la intrincada maraña…)
 
 
 
 
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